domingo, 7 de octubre de 2012

Estrellas con nombre propio

Pensé que el Universo se había atrincherado y sólo bombardería con rayos de sol no vistos y otras cosas menos agradables. Golpes que requebrajarían el hielo que bombea mi sangre

Pero no ha sido verdad. No es verdad. 

El Universo ayer me regaló un nombre en estrellas fugaces. Perseidas. Perseus. Creo que ya estoy lista para matar a Medusa. Lo que debo hacer es dejar de mirar fijamente y utilizar más el escudo.  

Ayer estaba sola, abrigada y con un saco de dormir sobre plaqueta. Rodeada de las macetas que meses atrás tuvieron mis tulipanes creciendo y floreciendo. Hacía frío y, de vez en cuando, me sentía pequeñita bajo la bóveda celeste. "...Y tiritan, azules, los astros a lo lejos."  

Por ayer no estaban lejos, están demasiado cercanos como para no emocionarse.  

Pensé. Pensé mucho mientras las esperaba. Escuchaba música y pensaba. Surcaba por el mar de mis pensamientos con bandera pirata como filosofía, me enfadaba con ellos, con las respuestas que producían y estaba lista para abordarlos y " del trueno, al son violento y del viento a rebramar...."
Pero llegó el sosiego. Tristeza y sosiego.  

Supongo que hay gente que haga lo que haga recibe menos de lo que da. Menos de personas a las que más. Sad but True.  

Como estaba sola no me importó ver mi reflejo de sentimientos claramente. Estaban ahí. Sin máscaras ni angustia enmascarada. Simplemente eso. Cuando pierdes una amistad que nunca tuviste duele. Duele mucho. Pero supongo que el tiempo ayuda. Al menos no ha habido huevos en el aparcamiento. De verdad, siento todo esto. Siento que hayas sido cruel conmigo. Siento que me hayas dejado así cuando lo único que he hecho ha sido darte. Ni siquiera lo comprendo aún. Pero no importa. El Karma no creo que tarde en actuar, no? A las buenas personas les debe tocar cosas buenas en algún momento. Yo te olvidaré. Me recompondré y ya no me importarás más.  

Será genial.   

Además, así evito cafés que no quiero y aviones interminables. Es mucho mejor. Tampoco molas tanto.

Pero no todo fue triste y amargo, sabor a despedida. No. También estuviste paseando por mi mente mientras una, dos,.... seis y siete estrellas se dejaban verfugazmente por mis ojos. Y pensé en el dieciocho de noviembre y en Sant. 
Y me pregunté qué sucedería.  

Bueno, creo que ya he dicho demasiado. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario