La diferencia entre el ver y el sentir. Suspiros que se quedan encerrados bajo llave en algún cajón olvidado. No hay momentos en los que echarse a llorar, demasiadas prisas. Así las lágrimas no fluyen bien. Al igual que los sentimientos. Aún así, fuera el cielo llora; no, espera, sólo es lluvia. Trozos de hielo resbalan por tu espina dorsal. Estás mudo de tanto gritar. Estás mudo para que nadie escuche esos ruegos que no se escapan entre tus dientes, no son capaces de atravesar tus labios y tampoco consiguen besar los oídos de las personas que deberían escucharte. Estás muda de tanto gritar. Estás sola rodeada de miles de rostros. Esos rostros son indiferentes para ti, estás atrapada en tu propia burbuja de cristal y romperla significaría resquebrajar tus sueños y tus sentimientos. Sangrarían las ideas y los futuros que te habías propuesto conseguir. No.
Cuando menos tiempo tienes para dedicarle al 'arte' más libros quieres conocer, más películas quieres atrapar con tu mente, más fotografías de ideas, más canciones ... más.
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